lunes, 12 de noviembre de 2012

Javier Goienetxea Presidente de Konfekoop

"Primamos el trabajo sobre el capital y los resultados"

Javier Goienetxea, presidente de Konkekoop, entidad que está de celebración con motivo del Año Internacional de las Cooperativas impulsado por la ONU.

Este 2012 será un año de récord para el nacimiento de cooperativas en Euskadi, ya que son más de cien las que han visto la luz en los primeros diez meses del año, una cifra nunca antes conocida. Además, la CAV se mantiene a la cabeza en la creación de este tipo de empresas en España y es una referencia mundial.
¿Cómo resisten las cooperativas la situación de crisis?

Son años difíciles para todos. Somos empresas y no somos ajenos a la crisis. La diferencia es que nosotros somos a la vez propietarios y trabajadores y tenemos la ventaja de no tener que esperar a que nadie de fuera nos diga qué es lo que tenemos que hacer. Tenemos capacidad de decisión en asuntos como ampliación de jornada o reducción de anticipos. En definitiva, nosotros primamos el trabajo sobre el capital y los resultados. Nuestra singularidad nos ha permitido reducir más los resultados que el número de empleados.

Por eso, en 2011, las cooperativas crearon 503 empleos y hubo un aumento de los beneficios.

Desde que comenzó la crisis, en 2009 tuvimos una bajada tanto en ventas como en empleo, pero 2010 y 2011 fueron años de recuperación tanto en la actividad como en cifras de empleo. No sabemos cómo acabará este 2012, pero lo cierto es que en estos años de crisis hemos seguido creciendo y se han seguido creando cooperativas.

Este año además se ha producido un récord en la creación de cooperativas.

El año pasado ya fuimos la primera autonomía en la creación de empresas y este año ya llevamos más de 100. Y repetiremos.

¿Los trabajadores ven más salida ahora en las cooperativas al encontrar más puertas cerradas en el sector privado?

Sin duda, en la crisis es mejor moverse que estar quieto. Ello tiene que ver con esa creación de nuevas cooperativas, pero también está relacionado con la aprobación de la Ley de cooperativas pequeñas que permite crear una cooperativa con solo dos socios. Es relativamente sencillo crear una cooperativa, basta un proyecto y al menos dos personas. A partir de ahí, tenemos una sociedad, Elkar-Lan, que orienta y ayuda a los nuevos cooperativistas a dar los primeros pasos.

Además, Euskadi tiene una gran tradición cooperativista, algo que impulsará esta tendencia, ¿no?

Es uno de los referentes mundiales. Pauline Green, presidenta de la Alianza Cooperativa Internacional, cita tres ejemplos en el mundo: uno son las cooperativas agrarias chinas; los bancos holandeses; y el tercero es Mondragón. Euskadi es uno de los pocos sitios en el mundo donde predominan las cooperativas industriales, es decir , las del trabajo asociado, donde el trabajador es socio. En el mundo priman más otro tipo de asociaciones: agrarias, de comercialización o de consumidores, entre otras. Aquí tenemos esa singularidad, porque la industria es muy importante en Euskadi y también lo es dentro de nuestro movimiento cooperativo.

¿El buen prestigio influye?

La imagen de la cooperativa siempre ha estado asociada a generación y mantenimiento de empleo y a seguridad y estabilidad. Todas las cooperativas de Mondragón tienen un sistema de seguridad social propio y en el tema de búsqueda de empleo, tenemos un sistema propio de reubicación o prejubilaciones, que permite que ningún cooperativista haya estado en situación de paro a costa de dinero público.

¿Las cooperativas tienen retos comunes con el resto de empresas o propios?

Los retos empresariales son similares a los de otro tipo de empresas. Las que están en una situación más delicada quieren sobrevivir, y no olvidemos que hay sectores muy tocados, como el transporte o la construcción. El reto es aprovechar también los sectores que están mejor, como el de innovación. Con respecto a nuestra presencia en estamentos públicos, consideramos que nuestra representación en Lanbide, donde de toda la asistencia empresarial, de los cinco miembros, no tenemos ni uno, creemos que sería importante porque en definitiva se tratan aspectos de empleo y formación y son dos áreas que conocemos en profundidad. Pensamos que podríamos aportar mucho.

¿Entre esos retos comunes, el de la exportación está marcado?
 
Sí, está claro. En general las empresas y las cooperativas miran al exterior. En nuestra corporación, dos tercios de las ventas son internacionales y eso nos ayuda a sobrevivir esta crisis, que es una crisis muy localizada, sobre todo en los países del sur de Europa.

¿La fusión de Caja Laboral e Ipar Kytxa puede influir en que el crédito vuelva a fluir a las empresas? 

Las dos cajas por separado tenían una buena situación y la fusión permite ganar en volumen y mantener los ratios de solvencia excelentes. La banca cooperativa tiene la ventaja de no haber seguido el impulso de la promoción inmobiliaria y su situación es buena, al menos, en el caso de Caja Laboral e Ipar Kutxa. Eso permite que sigan prestando dinero, quizá más caro que antes, pero las empresas, no solo las cooperativas, pueden encontrar financiación en esta nueva entidad.

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